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Un viaje a lo emocional (Juegos de Agua, Ravel)

Por: Edgar Valeriano

La música, un viaje sin retorno. Dentro cada día, nos encontramos sumergidos dentro del música, ya sea queriendo en nuestro auto cuando hacemos fila en el embotellamiento, cuando revisamos tareas de nuestro estudiantes, o en ocasiones de forma involuntaria cuando el vecino pone a todo volumen, en la espera de una llamada telefónica a un banco o de forma estrepitosa en un autobús público, de igual forma la música es algo que acompaña al homo sapiens desde su aparición hasta la actualidad, ahora cabe destacar su evolución.

No hablaremos sobre periodos marcados por perfección, tecnicismos, ni mucho menos de niños prodigios que en la mayoría de los casos eran obligados por sus padres, NO, hablaremos de este periodo a lo cual (me atrevo a decirlo) la transición entre lo perfecto y lo humano,  porque sí, dentro del barroco y el clásico buscamos lo perfecto y su pureza, claro tocamos temas sensibles y sublimes, pero siempre desde ahí, aquí en el “Romántico”, buscamos explorar más sobre las emociones humanas, espirituales, lo que conlleva, el por qué del dolor, el amor, desamor y sobre todo también una fuerte conexión con la “Raíz”.

Tenemos muchos compositores e intérpretes dentro de este periodo, aquí hablaremos de unos pocos y de los cuales me he basado para construir este debate, por ejemplo no podemos hablar de emociones o sufrimiento sin mencionar a Chopin, un apasionado de casta que buscando una perfección (que él cree que no logró), logra encapsular su música en fragmentos apasionados, él creyéndose lo que seria en la actualidad un poeta maldito, retrata su entorno y su vida, otro que no podemos dejar por fuera es Tchaikovsky, que demuestra su amor, no entendido en su tiempo y lugar de origen, hasta tal punto de “Odiar al mundo”.

Tenemos también esas fuertes conexiones con la raíz y el origen, como lo es Verdi, comprometido con su tierra natal Italia, comprometido musicalmente con ella, sumando que era un hombre amante de la literatura, en especial de Shakespeare, del cual se inspiro de varias de sus obras teatrales para llevarlas a la ópera, la cual desarrollo de una forma donde no solo importaba lo técnico/musical, sino que la doto de carácter emocional y dramático, podemos asegurar que fue todo un espectáculo musical, teatral y visual; a Edvard Grieg retratando los paisaje noruegos y Albéniz que con carácter folclórico español logra viajar a América.

No podemos olvidar el amor y comprensión familiar de los Mendelssohn, hermanos musicos, que, aunque compartieron infancia y hasta docentes, en algún momento ambos hermanos (Felix y Fanny) tomaron caminos separados, pero la música de forma “mágica” los mantuvo unidos hasta el final. No podríamos olvidarnos del excentricismo y elocuencia de algunos compositores y directores como Niccolo Paganini, que en medio de sus presentaciones cortaba las cuerdas de su instrumento como un performance o a Liszt, donde no solo innovo en la interpretación de piano, sino que el hombre era todo un viajero en la experimentación de sonoridades, sin olvidar sus “poemas sinfónicos” donde con sabrosas armonías nos retrata el ideal romántico.       

Y claro, no puedo dejar de hablar de los últimos que fueron alejándose del periodo y acercándose al nuevo siglo, centrando bases importantes para su desarrollo, y sí, hablo de Ravel y Debussy, dos amigo, que por motivos ideológicos, sembrados por criticas y opiniones alejadas a ellos, se distanciaron por un tiempo, pero que aún así su amistad fue reflejada y plasmada en la música de ambos, mostrando esas fuertes conexiones que crea la música como acto de amor, pues ambos adentrándose de lo que sería el impresionismo (cosa que ambos detestaron) dan pinceladas al puro estilo impresionista, buscando texturas, cromatismo, colores y experiencias musicales lejanas a lo que la corteza cerebral estaba acostumbrada, nos hacen navegar (como nuestros ancestros homo que navegaban el océano) al puro estilo de Sorolla o Monet, con arreboles reflejados en la mar, mar tranquilo, sereno, que en ocasiones se torna fuerte y violenta como La gran ola de Kanagawa y termina con la noche mas estrelladas de todas, luminosa y amorosa, preparándonos hacia el infinito y más… A un gran viaje emocional.    

¡Gracias!

Referencias

Ayanmes. (2023, 3 abril). Primer acercamiento al Romanticismo literario | Blog de Ana Isabel Yanes Mesa. https://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/ayanmes/2023/04/03/primer-acercamiento-al-romanticismo-literario/#:~:text=El%20romanticismo%20es%20un%20movimiento,a%20toda%20Europa%20y%20Am%C3%A9rica.

¿Qué es el Romanticismo musical? – Sinfónica de Minería. (s. f.). https://mineria.org.mx/romanticismo-musical/

Rivera, A. S. (2020, 7 febrero). Romanticismo musical: características. unprofesor.com. https://www.unprofesor.com/musica/romanticismo-musical-caracteristicas-3586.html

Sadurní, J. M. (2023a, noviembre 14). Claude Monet, el pintor que creó un estilo inimitable. historia.nationalgeographic.com.es. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/claude-monet-pintor-que-creo-estilo-inimitable_17385

Sadurní, J. M. (2023b, noviembre 27). Joaquín Sorolla, el pintor de la luz del Mediterráneo. historia.nationalgeographic.com.es. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/joaquin-sorolla-pintor-luz-mediterraneo_14569

YEPES HITA, J. L. (2014). Los orígenes filosóficos del romanticismo.: La naturaleza como epopeya inconsciente. Contrastes. Revista Internacional de Filosofía, XIX(1), http://www.uma.es. https://www.uma.es/contrastes/pdfs/019/6-Jose_Luis_Yepes_Hita.pdf

El Premio de Roma

Por: Bryan Vásquez

Se creó en 1663, bajo el reinado de Luis XIV como premio anual que se concedía a jóvenes pintores, escultores y arquitectos que debían demostrar sus habilidades en un duro concurso por eliminatorias con sus compañeros. El premio consistía en una estancia de cuatro años, con cargo al rey, en la Academia Francesa en Roma, fundada por Colbert y Lebrun en 1666 y que estaba en el Palais Mancini; la estancia podía ser prolongada si el director de la institución lo juzgaba útil. Durante la estancia en Roma, los ganadores al premio estudiaban la cultura clásica y el Renacimiento, y se les exigía permanecer solteros hasta que concluyesen sus estudios.1 En 1803, Napoleón Bonaparte, trasladará la Academia a la Villa Médici, entonces en estado de abandono, que debió de restaurarse para acoger a los premiados.

El premio de composición musical

En composición musical los candidatos, que debían de tener menos de treinta años, se presentaban a las siguientes pruebas:

Prueba preliminar: escribir una fuga.

Concurso de ensayo: escribir una obra para coro sobre un texto dado.

Prueba principal: escribir una cantata sobre un texto dado. Esta prueba, en ciertas épocas, duraba hasta un mes.

Desde principios del siglo xx (a partir de 1903), las pruebas del concurso de Roma se hacían en el Château de Compiègne. Más adelante, se desarrollaron en el Château de Fontainebleau.

Château de Compiègne.

Château de Fontainebleau.

En la primera época del concurso, el Primer Gran Premio de Roma consistía en una estancia de hasta cinco años en Roma. Se esperaba la composición de una obra de importancia por año. Desde comienzos del siglo xx, el primer laureado solo residía dos o tres años en la Villa Médici. Dependiendo de los años, un segundo o más de un Segundo Premio eran concedidos, beneficiándose el «primer Segundo Premio» de una estancia de menor duración en Roma.

Héctor Berlioz, que obtuvo en 1830, no sin esfuerzos, un Primer Gran Premio, fue el primero en criticar seriamente el Premio de Roma, principalmente denunciando la competencia del jurado: de un total de 40 miembros ¡solamente 5 músicos! Sobre ello se extiende largamente en sus memorias. Y en un pasado más reciente, se recuerda que «Maurice Ravel no consiguió nunca el Premio de Roma». Es una media verdad que contribuye incluso hoy a desprestigiar el premio, con la idea de que las pruebas intelectuales o los concursos conducen muchas veces a recompensas injustas, o que simplemente son insanos por naturaleza (salvo en el deporte, naturalmente).

El orden de distinciones era el siguiente: «primer Primer Gran Premio», «segundo Primer Gran Premio», «primer Segundo Gran Premio», «segundo Segundo Gran Premio» y «Mención». El uso ha sustituido estas fórmulas un poco pesadas por, simplemente: «Gran Premio» (o Primer Gran Premio) y «segundo Gran Premio»… Además, a partir de los años cuarenta, se acostumbró a no conceder el segundo Primer Gran Premio y no hablar más de «Gran Premio», «primer Segundo Gran Premio» y «segundo Segundo Gran Premio». Desde 1960 la tradicional «cantata» fue remplazada por un «poema lírico».

Siglo XIX

1803 Albert Auguste Androt (Francia, 1781-1804)
1804 -no concedido el 1º premio-
1805 Victor Dourlen (Francia, 1770-1864)
1806 Guillaume Bouteiller (Francia, 1787-1860)
1807 -no concedido el 1º premio-
1808 Auguste Blondeau (Francia, 1784-1865)
1809 Joseph Daussoigne-Méhul (Francia, 1790-1875)
1810 Désiré Beaulieu (Francia, 1791-1863)
1811 Hippolyte Chélard (Francia, 1789-1861)
1812 Ferdinand Hérold (Francia, 1791-1833)
1813 Auguste Panseron (Francia, 1795-1859)
1814 Pierre Roll (Francia, 1798-1855)
1815 François Benoist (Francia, 1794-1878)
1816 -no concedido el 1º premio-
1817 Désiré-Alexandre Batton (Francia, 1798-1855)
1818 -no concedido el 1º premio-
1819 Jacques Fromental Halévy (Francia, 1799-1862)
1820 Simon Leborne (Francia, 1797-1866)
1821 Victor Rifaut (Francia, 1799-1838)
1822 Joseph Lebourgeois (Francia, 1799-1824)
1823 Edouard Boilly (Francia, 1799-1854)
1824 Auguste Barbereau (Francia, 1799-1879)
1825 Albert Guillon (Francia, 1801-1854)
1826 Claude Paris (Francia, 1808-1866)
1827 Jean-Baptiste Guiraud (Francia, 1804-1864)
1828 Guillaume Ross-Despréaux (Francia, 1803-?)
1829 -no concedido el 1º premio-
1830 Hector Berlioz (Francia, 1803-1869)
     Alexandre Montfort (Francia, 1803-1856)
1831 Eugène Prévost (Francia, 1809-1872)
1832 Ambroise Thomas (Francia, 1811-1896)
1833 Alphonse Thys (Francia, 1807-1879)
1834 Antoine Elwart (Francia, 1808-1867)
1835 Ernest Boulanger (Francia, 1815-1900)
1836 Xavier Boisselot (Francia, 1811-1893)
1837 Louis Désiré Besozzi (Francia, 1814-1879)
1838 Georges Bousquet (Francia, 1818-1854)
1839 Charles Gounod (Francia, 1818-1893)
1840 François Bazin (Francia, 1816-1878)
1841 Louis-Aimé Maillart (Francia, 1817-1871)
1842 Alexis Roger (Francia, 1814-1846)
1843 -no concedido el 1º premio-
1844 Victor Massé (Francia, 1822-1884)
1845 -no concedido el 1º premio-
1846 Léon Gastinel (Francia, 1823-1906)
1847 Louis Deffès (Francia, 1819-1900)
1848 Jules Duprato (Francia, 1827-1892)
1849 -no concedido el 1º premio-
1850 Joseph Charlot (Francia, 1827-1871)
1851 Alfred Deléhelle (Francia, 1826-1893)
1852 Léonce Cohen (Francia, 1829-1901)
1853 Charles Galibert (Francia, 1826-1858)
1854 Adrien Barthe (Francia, 1828-1898)
1855 Jean Conte (Francia, 1830-1888)
1856 -no concedido el 1º premio-
1857 Georges Bizet (Francia, 1838-1875)
1858 Samuel David (Francia, 1836-1895)
1859 Ernest Guiraud (Francia, 1837-1892)
1860 Emile Paladilhe (Francia, 1844-1926)
1861 Théodore Dubois (Francia, 1837-1924)
1862 Albert Bourgault-Ducoudray (Francia, 1840-1910)
1863 Jules Massenet (Francia, 1842-1912)
1864 Victor Sieg (Francia, 1837-1899)
1865 Charles Lenepveu (Francia, 1840-1910)
1866 Émile Pessard (Francia, 1843-1917)
1867 -no concedido el 1º premio-
1868 Alfred Pelletier Rabuteau (Francia, 1843-1916)
1869 Antoine Taudou (Francia, 1846-1925)
1870 Henri Maréchal (Francia, 1842-1924)
     Charles Lefebvre (Francia, 1843-1917)
1871 Gaston Serpette (Francia, 1846-1904)
1872 Gaston Salvayre (Francia, 1847-1916)
1873 Paul Puget (Francia, 1848-1917)
1874 Léon Ehrhart (Francia, 1854-1875)
1875 André Wormser (Francia, 1851-1926)
1876 Paul Hillemacher (Francia, 1852-1933)
1877 -no concedido el 1º premio-
1878 Clément Broutin (Francia, 1851-1889)
1879 Georges Hüe (Francia, 1858-1948)
1880 Lucien Hillemacher (Francia, 1860-1909)
1881 -no concedido el 1º premio-
1882 Gabriel Pierné (Francia, 1863-1937)
     Georges Marty (Francia, 1860-1908)
1883 Paul Vidal (Francia, 1863-1931)
1884 Claude Debussy (Francia, 1862-1918)
1885 Xavier Leroux (Francia, 1863-1919)
1886 Marie-Emmanuel-Augustin Savard (Francia, 1861-1942)
1887 Gustave Charpentier (Francia, 1860-1956)
1888 Camille Erlanger (Francia, 1863-1919)
1889 -no concedido el 1º premio-
1890 Gaston Carraud (Francia, 1864-1920)
1891 Charles Silver (Francia, 1868-1949)
1892 -no concedido el 1º premio-
1893 André Bloch (Francia, 1873-1960)
1894 Henri Rabaud (Francia, 1873-1949)
1895 Omer Letorey (Francia, 1873-1938)
1896 Jules Mouquet (Francia, 1867-1946)
1897 Max d’Ollone (Francia, 1875-1959)
1898 -no concedido el 1º premio-
1899 Charles Levadé (Francia, 1869-1948)
     Edmond Malherbe (Francia, 1870-1963)
1900 Florent Schmitt (Francia, 1870-1958)

Siglo XX

1901 André Caplet (Francia, 1878-1925)
1902 Aymé Kunc (Francia, 1877-1958)
1903 Raoul Laparra (Francia, 1876-1943)
1904 Raymond Pech (Francia, 1876-1952)
1905 Philippe Gaubert (Francia, 1879-1941)
     Victor Gallois (Francia, 1880-1941)
1906 Louis Dumas (Francia, 1877-1952)
1907 Maurice Le Boucher (Francia, 1882-1964)
1908 André Gailhard (Francia, 1885-1966)
1909 Jules Mazellier (Francia, 1879-1959)
1910 Noël Gallon (Francia, 1891-1966)
1911 Paul Paray (Francia, 1886-1979)
1912 -no concedido el 1º premio-
1913 Lili Boulanger (Francia, 1893-1918)
1914 Marcel Dupré (Francia, 1886-1971)

De 1915 a 1918 no se concedió

1919 Marc Delmas (Francia, 1885-1931)
     Jacques Ibert (Francia, 1890-1962)
1920 Marguerite Canal (Francia, 1890-1978)
1921 Jacques de la Presle (Francia, 1888-1969)
1922 -no concedido el 1º premio-
1923 Jeanne Leleu (Francia, 1898-1979)
     Francis Bousquet (Francia, 1890-1942)
1924 Robert Dussaut (Francia, 1896-1969)
1925 Louis Fourestier (Francia, 1892-1976)
1926 René Guillou (Francia, 1903-1958)
1927 Edmond Gaujac (Francia, 1895-1962)
1928 Raymond Loucheur (Francia, 1899-1979)
1929 Elsa Barraine (Francia, 1910-1999)
1930 Tony Aubin (Francia, 1907-1981)
1931 Jacques DuPont (Francia, 1909-1978)
1932 Yvonne Desportes (Francia, 1907-1993)
     Émile Marcelin (Francia, 1906-1954)
1933 Robert Planel (Francia, 1908-1994)
1934 Eugène Bozza (Francia, 1905-1991)
1935 René Challan (Francia, 1910-1978)
1936 Marcel Stern (Francia, 1909-1989)
1937 Victor Serventi (Francia, 1907-2000)
     Pierre Lantier (Francia, 1910-1998)
1938 Henri Dutilleux (Francia, 1916-2013)
1939 Pierre Maillard-Verger (Francia, 1906-1968)

De 1940 a 1941 no se concedió

1942 Alfred Desenclos (Francia, 1912-1971)
1943 Pierre Sancan (Francia, 1916-2008)
1944 Raymond Gallois-Montbrun (Francia, 1918-1994)
1945 Claude Pascal (Francia, 1921-2017)
     Marcel Bitsch (Francia, 1921-2011)
1946 Pierre-Petit (Francia, 1922-2000)
1947 Jean-Michel Damase (Francia, 1928-2013)
1948 Odette Gartenlaub (Francia, 1922-2014)
1949 Adrienne Clostre (Francia, 1921-2006)
1950 Eveline Plicque-Andreani (Francia, 1929-2018)
1951 Charles Chaynes (Francia, 1925-2016)
1952 Alain Weber (Francia, 1930-2019)
     Jean-Michel Defaye (Francia, 1932)
1953 Jacques Castérède (Francia, 1926-2014)
1954 Roger Boutry (Francia, 1932-2019)
1955 Pierre-Ma x Dubois (Francia, 1930-1995)
1956 Jean Aubain (Francia, 1928-2015)
1957 Alain Bernaud (Francia, 1932)
1958 Noël Lancien (Francia, 1934-1999)
1959 Alain Margoni (Francia, 1934)
1960 Gilles Boizard (Francia, 1933-1987)
1961 Christian Manen (Francia, 1934-2020)
1962 Alain Petitgirard (Francia, 1940-2018)
1963 Yves Cornière (Francia, 1934-2011)
     Michel Decoust (Francia, 1936)
1964 -no concedido el 1º premio-
1965 Thérèse Brenet (Francia, 1935)
1966 Monique Cecconi-Botella (Francia, 1936)
     Michel Merlet (Francia, 1939)
1967 Michel Rateau (Francia, 1938)
1968 Alain Louvier (Francia, 1945)

Bibliografía

http://www.musimem.com/prix-de-rome.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Premio_de_Roma

https://www.epdlp.com/premios.php?premio=de%20Roma%20de%20M%C3%BAsica

https://es.wikipedia.org/wiki/Villa_M%C3%A9dici



La necesidad de una nación de identificarse a través de la música.

Por: Elisabet Nicole García

Nos ubicamos en contexto de época

En 1815 se celebra el congreso de Viena, que dibuja nuevas fronteras políticas. La revolución industrial se impone en todos los lugares con todas sus consecuencias, nos encontramos una nueva sociedad surgida por la Revolución Francesa, que exalta la libertad de el ser.

Recordando que en el romanticismo lo caracterizamos por el individualismo, la originalidad, la libertad expresiva y exaltación de las pasiones, en este periodo los músicos se independizan de los mecenas y comienzan a crear música para sí y con ello también para el público. Se rechaza las normas formales del neoclasisismo y surgen también nuevos movimientos. Los genios son fácilmente caracterizados gracias a que componen de acuerdo a sus pasiones y emociones.

Encontraremos diferentes movimientos a lo largo de el romanticismo, gracias a las nuevas necesidades que surgieron con el concepto, por ello, ideales de libertad tendrán como consecuencia el auge de los Nacionalismos basados en la búsqueda de las raíces de cada pueblo para realzar sus rasgos propios y distintivos.

  • Atracción por lo exótico, lo lejano, el pasado, lo legendario… Todo lo que consideran que conserva la esencia de una nación.
  • Búsqueda de una nueva expresión artística. Las melodías populares sirven de base y de inspiración a los compositores para sus obras, que tiñen de un aire nacional con los giros y temas musicales que les son propios o incluso usando instrumentos tradicionales para conseguir un color orquestal diferente. Por ejemplo, en Háry János, Leoš Janáček introduce en la orquesta un cimbalón, instrumento tradicional húngaro.
  • La etnomusicología se convierte en una disciplina llevada a cabo por músicos y estudiosos del folclore, que, orgullosos de sus hallazgos, utilizan el material popular recopilado para parafrasearlo en sus trabajos de música culta y elevar las tradiciones a la categoría de expresión artística.

Algunos compositores nacionalistas que fácilmente reconocemos:

  • Rusia: Glinka y el grupo de los cinco (Músorgski, Balakirev, Borodín, Rimsky-Kórsakov y Cuí), que intentaban alejarse de las tradiciones musicales occidentales.
  • Italia: «Il risorgimento» de la mano, por ejemplo, de G. Verdi y sus óperas.
  • España: Felipe Pedrell, que se inspirará en el renacimiento y barroco español, evitando las incluencias extrangeras; Asenjo Barbieri, que compondrá principalmente zarzuelas y en ellas incorporará ritmos de fandango o malagueñas, y tendrá de discípulos a maestros como Joaquín Turina, Isaac Albéniz y Enrique Granados. También encontraremos en España a Manuel de Falla.
  • Hungría: Zoltán Kodály y Bela Bartok, serán máximos exponentes de un nacionalismo húngaro que bebe de la cultura de Asia y de la Europa Oriental.
  • Checoslovaquia: B. Smetana, A. Dvorak, L. Janácek, que aglutinarán la música tradicional eslava.
  • Finlandia: J. Sibelius, con escritura sombría que evoca los fríos paisajes finlandeses y características melódicas de corte folclórico.
  • Noruega: E. Grieg, que creará canciones de carácter folclórico, así como también música orquestal de marcado carácter nacionalista.
  • Inglaterra: Desde la muerte de H. Purcell no hubo en Inglaterra una corriente musical autóctona hasta la aparición de E. Elgar, G. Holst. y R. Vaughan Williams, siendo este último el más influido por las corrientes nacionalistas.

El Nacionalismo surgió como una necesidad de identificación, el medio fue el período en el que se encontraron, que les permitió explorar sus propias raíces para poder exponer por lo alto su propia música folklórica en este formato, con sus propias técnicas y su genialidad a la hora de componer. Utilizando sus propios paisajes, danzas, costumbres, climas y demás características de sus propios países, nos los describen y nos invitan a sentirnos envueltos por su patria y sus historias.

Bibliografía y referencias: https://www2.march.es/musica/jovenes/raiz-popular-html/caracteristicas.html#ac-1, Imagen N°2 Ilustra el Río Moldava.

EL LAGO DE LOS CISNES: DE UNA “HUMILLANTE DECEPCIÓN” A UNA OBRA MAESTRA

Por: Daniel Stefano Mejía

Sin duda alguna El lago de los cisnes es parte de la cultura general, muchos conocen la música por las distintas adaptaciones cinematográficas que existen como la versión de Disney o por la famosa versión de “Barbie en el Lago de los cisnes”, pero lo que no muchos conocen es que en su estreno llegó a considerarse como una obra que se olvidaría fácilmente y que nadie lo iba a lamentar.

En 1875, la dirección de los Teatros Imperiales en Moscú ofreció al compositor Piotr Ilich Chaikovski que escribiera un ballet. Esto era algo inusual ya que, anteriormente, los compositores “serios” no habían escrito música para ballet.  Esto debido a que la música de ballet típica en aquellos años era sencilla y servía simplemente de acompañamiento rítmico a lo que ocurría en el escenario.

Sin embargo, Chaikovski abordó el encargo con mucha responsabilidad ya que se sabe que era un admirador de este tipo de obras, aunque sus cartas a Serguéi Tanéyev a partir de agosto de 1875 indican, sin embargo, que no solo era su emoción lo que le obligó a crear tan rápidamente, sino su deseo de terminarlo lo más pronto posible a fin de permitirle empezar a trabajar en una ópera.

Sus contemporáneos recuerdan que “antes de escribir el ballet, intentó durante mucho tiempo averiguar con quién podía ponerse en contacto para obtener los detalles exactos de la música necesaria para las danzas. También preguntó […] qué debía hacer con los bailes, qué duración debían tener, la partitura, etc.«. Chaikovski estudió cuidadosamente varias partituras de ballet para entender este tipo de composición en detalle. Solo entonces comenzó a componer, lo que o hizo componer de forma más apresurada.

Cuando el coreógrafo Julius Reisinger comenzó la coreografía una vez terminada la partitura, exigió algunos cambios a Chaikovski. Al exigir la adición o eliminación de una danza, Reisinger dejaba claro que él iba a ser una parte muy importante en la creación de esta pieza, cosa que no le gustó mucho a Chaikovski. Se sabe que apenas se dirigían la palabra y aunque se pidió a los dos artistas que colaborasen, cada uno pareció preferir trabajar tan independiente del otro como fuera posible.

De esta forma El lago de los cisnes por fin se estrenó en el Teatro Bolshói el 4 de marzo de 1877 y pasó a la historia como una producción que «fracasó desde la primera representación». Sumado a los choques de ego entre en compositor y el coreógrafo, se dice que la primera bailarina encargada de representar al cisne no tenía la categoría de principal, pero que por motivos “políticos” consiguió ser promovida a un rango más elevado, además se dice que el vestuario era feo y que las alas usadas por las bailarinas que representaban a los cisnes eran horrendas, se dice de igual forma que la escenografía era pobre y el director de la orquesta era casi un aficionado que no supo dirigir a la orquesta correctamente.

Todo esto contribuyó a que la obra no fuese bien aceptada ni por el público ni por la crítica, la cual se expresó con palabras como «difícilmente se convertirá en un ballet de repertorio y nadie lo va a lamentar».

De esta forma obtuvo una crítica casi unánime acerca de los bailarines, orquesta y escenografía. Para los críticos los orígenes alemanes de la historia fueron «tratados con desconfianza mientras que la historia en sí fue considerada «estúpida» con apellidos impronunciables para sus personajes«. en general la música de Chaikovski les pareció «demasiado ruidosa, wagneriana y sinfónica«.​ Los críticos también arremetieron contra la coreografía de Reisinger que pensaron que era «poco imaginativa y en conjunto poco memorable«. La bailarina de Odette fue considerada una solista de segunda y «no especialmente convincente» y que los bailarines en el escenario eran como troncos sin gracia y que por momentos daban hasta lástima.

En general la crítica dijo que “Chaikovski creó una orquestación para la que no estaba acostumbrado ni el público ni los bailarines”, sobre todo para los bailarines que se dice que incluso odiaron la música porque les parecía desagradable e incómoda para tratar de bailar.

Tras el estreno Chaikovski dijo sobre la obra en una carta a su hermano que esta era “Pura porquería, no puedo pensar en esto sin sentir vergüenza.

Claro que tampoco tuvieron mejor suerte las dos siguientes versiones del Bolshoi: la segunda versión, con coreografía de Joseph Hansen, se estrenó el 13 de julio de 1880, con Evdokia Kalmykova como protagonista y fue otro fracaso. Al igual que la tercera estrenada el 28 de octubre de 1882, con Lydia Geiten en el papel principal y repitiendo en la coreografía, Hansen, convirtiéndose así en otro fracaso.

No fue sino hasta once años después del último intento que, el príncipe Vsevolojsky, director del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, decidió encargar una nueva versión coreográfica a Marius Petipa, principal maître de ballet del Teatro Imperial. Este se negó rotundamente a participar en la restauración del fracasado ballet de El lago de los cisnes, por lo encargó a su ayudante, Lev Ivanov una versión preliminar del ballet reducida únicamente al segundo acto, este despojó al ballet de las convenciones de la época: redujo el exceso de las danzas de carácter, reformó las posiciones de los pies y brazos de las bailarinas y eliminó de su vestuario las alas, haciendo que los brazos de las bailarinas encarnasen el movimiento de las alas de los cisnes, lo que modernizó al ballet al darle una estética romántica.

Se puso en escena el 17 de febrero de 1894, pocos meses después de la muerte Chaikovski. Este preestreno tuvo lugar en una velada en memoria del compositor ruso, es así como se presentó ese segundo acto, con un tremendo éxito que le dio nueva vida a la obra.

El 15 de enero de 1895 se estrenó la versión nueva y completa de El lago de los cisnes en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Para ese memorable estreno, el coreógrafo Petipa ya interesado en esta obra reformó el libreto con ayuda de Modest Ilich Chaikovski (Hermano del compositor) y la coreografía del primer y tercer acto. Ivanov hizo la coreografía del segundo y cuarto acto. Así, la versión de Petipa e Ivanov se convirtió en la clásica, siendo aclamada por la crítica y convirtiéndose en la base de la mayoría de las producciones que se han hecho desde entonces.

Desde su reestreno en 1895 El lago de los cisnes ha sido un éxito rotundo a nivel mundial, con varias reinterpretaciones y adaptaciones tanto en ballet, cine y videojuegos, donde lo que más suele usarse es la música compuesta por el gran Chaikovski quien lamentablemente nunca logró ver el éxito en que esta obra podría llegar a convertirse.

Bibliografía

  1. https://latamnews.lat/20220304/145-anos-de-el-lago-de-los-cisnes-de-humillante-decepcion-a-obra-maestra-universal-1122661015.html
  2. https://www.balletpapier.com/post/2016/09/05/el-lago-de-los-cisnes-historia-de-un-fracaso
  3. https://profilbaru.com/index.php/es/El_lago_de_los_cisnes

El Romance entre la Pluma y la Partitura: La Influencia de la Literatura en la Música del Romanticismo

Por: Miguel Lara

El periodo romántico de la música fue una época de profunda conexión entre las artes, donde la literatura y la música se entrelazaron en un ambiente creativo que dio vida a algunas de las obras más apasionadas y evocadoras de la historia musical. Desde los poemas épicos hasta las novelas románticas, los compositores encontraron en la literatura una fuente inagotable de inspiración que moldeó su expresión artística y dio forma a la narrativa musical de la época. Uno de los aspectos más fascinantes de esta relación entre la literatura y la música fue la manera en que los compositores se apropiaron de obras literarias para crear composiciones que trascendieran las palabras y transmitieran emociones profundas a través de melodías y armonías.

Por ejemplo, el compositor alemán Richard Wagner tomó inspiración de la mitología nórdica y de obras literarias como el “Nibelungenlied” para componer sus famosas óperas, creando un universo sonoro que reflejaba la grandeza y la tragedia de las historias épicas, asimismo, muchos compositores románticos se inspiraron en poetas y escritores de renombre para crear lieder, o canciones para voz y piano, que exploraban temas de amor, naturaleza y melancolía. Franz Schubert, conocido como el maestro del lied, colaboró con poetas como Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller, cuyas obras sirvieron de base para algunas de sus composiciones más célebres. Estas canciones no solo capturaban la belleza de los textos poéticos, sino que también añadían una capa adicional de expresividad a través de la música, creando un diálogo íntimo entre palabra y sonido. Además de inspirarse en obras literarias preexistentes, muchos compositores románticos también se aventuraron en la creación de música programática, que narraba historias y describía paisajes a través de la música, demostrando cómo la música puede pintar paisajes imaginarios y narrar historias sin necesidad de palabras.

Sin embargo, la influencia de la literatura en la música del Romanticismo va más allá de la mera inspiración temática. En muchos casos, la música se convirtió en una forma de reinterpretar y reimaginar textos literarios, añadiendo nuevas capas de significado y profundidad emocional. Por ejemplo, en sus óperas, compositores como Giuseppe Verdi y Richard Strauss lograron capturar la complejidad psicológica de los personajes y la intensidad dramática de las historias a través de la música, creando un vínculo emocional poderoso con el público que trascendía las barreras del lenguaje.

En conclusión, la influencia de la literatura en la música del Romanticismo fue profunda y multifacética, dando lugar a una rica variedad de obras que exploraban la intersección entre palabra y sonido, emoción y expresión. Desde las óperas grandiosas hasta las canciones íntimas, la música romántica se nutrió de las palabras de poetas y escritores para crear un mundo sonoro que sigue cautivando y conmoviendo a las audiencias en la actualidad.

Referencia

La melancolía en las notas

Por: Alicia Guzmán

Explorando la Depresión de Rachmaninoff

En el vasto mundo de la música clásica, las composiciones de Sergei Rachmaninoff se destacan por su profunda emotividad y su capacidad para tocar las fibras más sensibles del alma humana. Sin embargo, detrás de las majestuosas armonías y las melodías conmovedoras, se esconde una historia de lucha personal contra la depresión. En este artículo, exploraremos cómo la depresión influyó en la vida y obra de uno de los compositores más destacados del siglo XX.

La vida de Sergei Rachmaninoff:

Nacido en Rusia en 1873, Sergei Rachmaninoff fue un prodigio musical desde una edad temprana. A pesar de su talento innato, enfrentó numerosos desafíos a lo largo de su vida, tanto personales como profesionales. La muerte de su padre cuando era joven y el fracaso inicial de su Primera Sinfonía sumieron a Rachmaninoff en un profundo estado de desaliento y auto-duda.

La conexión entre la música y la depresión:

Para Rachmaninoff, la música no era simplemente una forma de expresión artística, sino también una válvula de escape para su sufrimiento interno. Sus composiciones están impregnadas de una melancolía palpable, reflejando su lucha constante contra la depresión. Desde las desgarradoras melodías de su Segunda Sinfonía hasta los oscuros acordes de su Concierto para Piano No. 2, Rachmaninoff canalizó su dolor y angustia a través de la música.

La creación de la obra maestra: Concierto para Piano No. 2:

Uno de los momentos más icónicos en la carrera de Rachmaninoff fue la composición de su Concierto para Piano No. 2 en do menor, Op. 18. Escrito en un período de profunda depresión después del fracaso de su Primera Sinfonía, este concierto es un testimonio conmovedor de la lucha interna del compositor. Las melodías melancólicas y los pasajes emotivos reflejan la angustia y el sufrimiento que experimentaba Rachmaninoff en ese momento de su vida.

El legado de Rachmaninoff:

A pesar de sus batallas personales, Rachmaninoff dejó un legado perdurable en el mundo de la música. Sus composiciones continúan siendo interpretadas y apreciadas por audiencias de todo el mundo, y su Concierto para Piano No. 2 sigue siendo una de las obras más influyentes en el repertorio clásico. A través de su música, Rachmaninoff encontró una forma de dar voz a sus luchas internas y conectar con el corazón humano de una manera única y conmovedora.

La depresión de Rachmaninoff no solo influyó en su vida personal, sino también en su música, dando lugar a algunas de las composiciones más emotivas y conmovedoras de la historia. Su capacidad para transformar el dolor en belleza musical es un testimonio de su genio creativo y de la extraordinaria fuerza del espíritu humano. A través de su legado musical, Rachmaninoff continúa inspirando y conmoviendo a las generaciones futuras, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, la música puede ofrecer consuelo y esperanza.

Pienso que todos nosotros pasamos por etapas malas en nuestras vidas, periodos de tristeza y desanimo, momentos donde creemos que no somos nada, que no somos suficientes para lo que hacemos, pero en esos momentos de dolor, tenemos que tratar de encontrar nuevamente el camino, y sacar lo mejor de nosotros, tal y como lo hizo Rachmaninoff, les inivto a escuchar su concierto y pensar que el enmedio de su depresión, escribió uno de los conciertos para piano más hermosos del siglo. Les dejo una de mis versiones favoritas de este concierto.

Bibliografía:

La depresión de Rachmaninoff

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/02/07/el_puente/1517996288_151799.html

Nannerl: La maravillosa mujer y artista.

Por: Claret Quezada

Cuando pensamos en música clásica, siempre nos vienen a la mente esas grandes obras y los nombres famosos como Mozart, Beethoven, Haydn, Rossini o Schubert. Pero, ¿qué pasa con las mujeres? Tal vez pensamos que no hubo compositoras destacadas, ¡pero eso no es cierto en absoluto! De hecho, una figura notable es Ana María Mozart, seguramente su apellido te suene familiar, a que ¡no adivinas quien era su hermano? O ¿quién fue su papá?……

Empezaremos hablando un poco de cómo era ser mujer en el siglo XVIII. Los acontecimientos importantes que influyeron mucho en la sociedad en general, fueron la abolición de la monarquía, y el desarrollo del llamado siglo de las luces. Desde la edad media existe esa desigualdad de género y la división de las clases sociales, la mujer de clase social baja, las monjas y las que pertenecían a la realeza, cada una afrontaba el mismo problema y era tener que someterse ante el sexo opuesto, limitarse a cumplir un rol ya definido, casi incluso antes de nacer, el destino de una mujer estaba casi prescrito. Para una mujer de la alta sociedad era tener que aceptar probablemente un matrimonio pactado, para las religiosas muchas veces era ese el camino de escape para tapar un error cometido que las haría ser rechazadas por la sociedad y para la mujer de baja clase social era, aun mas difícil afrontar las dificultades, trabajos duros, estaban propensas a tomar salidas rápidas como la prostitución, o eran venidas incluso por sus propias familias para poder salir de la pobreza.

Y esta situación no cambió mucho en el siglo XVII, tristemente transcurrió un siglo y aún las injusticias para la mujer no habían cesado, la preparación de una niña para la sociedad y para la vida iniciaba desde que era una niña, aprendían todo lo necesario para poder un matrimonio beneficioso para la familia y para poder conseguirlo era necesario ser lo más integra, intachable y destacarse en saber como manejar una casa y deleitar a los hombres. Las niñas pudientes aprendían costura, tenían clases de modales, de como comportarse, algunas hasta recibían clases de música y de canto, de oratoria. Lo que nos lleva hasta el tema de la mujer y el arte, el arte que conocemos hoy, es un arte que glorifica a la mujer y expone la belleza física, las pinturas capturan la esencia de las mujeres, la poesía, la música la mujer es la inspiración del artista, tal como escribe Inmaculada Mansilla en un artículo (El papel de la mujer en el arte) “Ellas eran objetos del arte, musas o compañeras de los artistas, en un mundo dominado por hombres; eran representadas en lugar de “representadoras”.

Transportémonos a 1751, año que vería el nacimiento de la pequeña María Ana Mozart, conocida cariñosamente como Nanerl. Quien desde temprana edad mostró un talento excepcional en la ejecución del clave, el violín y el canto. Ese talento que perfeccionó estudiando junto a su padre Leopold Mozart quien fue un pedagogo musical influyente y escribió un tratado pedagógico titulado «Versuch einer gründlichen Violinschule» (Un intento de una escuela de violín completa).

La relación que tenia con su padre era de suma devoción y obediencia, siempre sumisa a sus ordenes y deseos. Esa personalidad pasiva y tan delicada iba en contraste con la de su hermano menor Wolfang, quien también siguió los pasos de su hermana y a una temprana edad ya componía y ejecutaba de manera virtuosa el clave y el violín. Así pues, al ver el talento que poseían los dos niños, iniciaron las giras por toda Europa donde se presentaban ambos, pero este reconocimiento le duraría muy poco a nuestra Nanerl, pues a la edad de 15 años su padre la retiró de los escenarios y la confinó a la vida doméstica, donde como ya hemos mencionado las niñas se preparaban y adquirían los conocimientos necesarios para el momento de convertirse en esposas y madres. Incluso esta decisión de escoger con quien formar una familia le fue arrebatado por su padre, pues él se negó a permitir la unión de su hija con el hombre que ella amaba, Franz D´Ippold, al que tuvo que renunciar y así pasaron los años hasta que finalmente contrajo matrimonio con un magistrado millonario con el que tuvo 3 hijos.

Pero no solo vamos a hablar de las injusticias que vivió Marianne, vamos a hablar sobre la increíble musico y mujer que fue y el legado que nos ha dejado. Mucho se ha escrito sobre su hermano y si buscamos en Google información sobre ella, siempre a la par de su nombre está escrita la frase “la hermana del gran Wolfang Amadeus Mozart” y ¿porque la increíble María Anna compositora y musico”?

La relación con su hermano menor era muy cercana y amorosa y durante su infancia eran muy unidos debido a las giras que realizaban. Marianne siempre fue una buena hermana Mayor y existía esa confianza con su hermano que incluso el escribía en su diario, se dice que incluso inventaron un lenguaje para comunicarse entre ellos. aun cuando se separaron y Wolfang continuó con las giras por Europa, se escribían cartas donde se expresaban el amor que sentían el uno por el otro, también el joven le confiaba a su hermana la revisión de sus obras y la animaba a darle sugerencias y comentarios. Lo que evidencia el nivel y madurez musical que tenía Marianna. Y es que se reconocía en ella un talento excepcional que ha sido descrito incluso mayor al de su hermano, tanto así que esto llamó la atención de muchos estudiosos, y luego de análisis profundos se sugirió la teoría de que había obras que fueron firmadas y publicadas bajo el nombre de Wolfang Amadeus Mozart, pero que realmente fueron escritas por su hermana y dada la situación de ella, a la que su padre no le hubiese perdonado una publicación con su nombre, tal como lo describe el investigador australiano Martin Jarvis (Como niña en el siglo dieciocho, era muy improbable que Marie Anna alguna vez pusiera su nombre en algo, no se le habría permitido). También señala que ha encontrado la «escritura musical» de María Anna, lo que confirmaría que compuso obras que su hermano menor utilizó para aprender a tocar el piano. Según el estudio, que duró cinco años y fue realizado junto a un forense especialista en documentos, una de las tres personas que escribieron el cuaderno denominado Nanerl Noten Buch ( conjunto de 45 obras para piano, a manera de que cada una trabajaba el estudio de alguna técnica para la ejecución del clave, figuras, adornos, ritmos, etc) este cuaderno fue escrito por Leopold para enseñarles a sus hijos la técnica de la ejecución de dicho instrumento, pero también Wolfang agregó algunas piezas a este cuaderno e incluso se dice que la misma Nanerl agregó algunas piezas suyas.

El legado de María Anna es invaluable, aunque no queden pruebas físicas de su trabajo musical, tenemos que estarle agradecidos, ya que ella fue un pilar importante en la vida de su hermano, quizá la mayor influencia como orientadora musicalmente. También hay que tener en cuenta que su hermano fue quien fue expuesto a un ambiente laboral, ya que, si bien disfrutaba de las giras y de hacer música, era tan solo un niño cuando ya debía afrontar el estrés y la presión de que su música era monetizada. Y Marianne desde casa le hacía recordar que eran solo adolescentes, mostrándole su afecto y siempre animándolo a continuar.  Y esa personalidad maternal y llena de jovialidad aportó en que aunque su matrimonio no fue concebido con amor quizá, debemos resaltar que ella crio a los hijos mayores que ya tenia su esposo y educó a los de ella, así que fue una madre excepcional, tanto asís que le permitió a su padre educar a su hijo mayor los años que aun le quedaban de vida, como una  compensación por no poder ser ella una más de los grandes prodigios que formó su padre, casi una disculpa por no poder mostrarse al mundo porque era mal visto que una mujer destacara, y no poder llegar a tener tal reconocimiento como el de su hermano. y también se convirtió en una gran maestra de música, que enseñaba con una pedagogía muy eficaz y se decía que sus estudiantes eran muy precisos a la hora de ejecutar el instrumento. Marianne falleció el 29 de octubre de 1829 a la edad de 78 años y dejó una herencia de 7.837 florines, aproximadamente 4,378$. Hoy sus restos descansan en la abadía de San Pedro en Salzburgo, Austria. Sus aportes para la educación y su legado en la música como una de las primeras mujeres en componer música a pesar de las dificultades de la época, me dejan una enseñanza clara y es que no importa cuán difícil sea el camino y aun si dejamos de hacer lo que amamos, eso se lleva en el corazón y jamás se olvida, también que hay muchas formas de continuar haciendo lo que amamos. Nanerl no alcanzó ese reconocimiento como interprete o compositora en su época, pero al día de hoy su nombre ha sido reconocido y es valiosa por su ejemplo a todas las mujeres. Espero que ahora luego de leer todo esto sobre ella. Podamos pensar en María Anna Mozart, la gran hija, hermana, esposa y madre. La maravillosa interprete compositora y maestra, o solo en Nannerl.

Bibliografía:

Las limitantes sanitarias y la percepción de las enfermedades en el neoclasicismo

Por: Manuel Méndez

Debemos muchas de nuestras comodidades a los avances tecnológicos y científicos que han ocurrido en la historia. Hoy en día vivimos a conciencia de los cuidados sanitarios necesarios durante el embarazo y la infancia; gracias a ello, muchas enfermedades físicas y mentales pueden ser prevenidas con mucha antelación. También tenemos conocimiento de las enfermedades mentales y como estas influyen en el actuar de las personas que las padecen. Gracias a ello se ha reducido el estigma y rechazo hacia las personas que día a día ven afectadas sus actividades sociales debido a las enfermedades físicas y mentales. Lastimosamente, como mencioné antes, ese estigma solo se ha reducido, pero no ha desaparecido. Pero aún con la terrible visión actual sobre muchas enfermedades físicas y más aún, las mentales, la situación no es tan mala como lo ha sido en épocas previas. En esta ocasión, la época a tener en cuenta será del neoclasicismo.

Para conocer realmente como los malos cuidados sanitarios afectaban la vida de los neoclasicistas, debemos hacer una comparación con nuestra época. Durante el embarazo, las visitas al médico no eran frecuentes y aunque lo fuesen, los avances científicos tampoco eran los ideales. En cambio, hoy en día las visitas al médico están muy bien estructuradas e incluso están divididas para etapas específicas durante el embarazo. Sumándole a eso, hoy en día se realizan exámenes físicos, análisis de sangre y ultrasonidos; actividades que ayudan al monitoreo y cuidado del embarazo. Por otro lado, hoy en día también se tiene en cuenta una dieta cuyo objetivo es realizar aportes nutritivos y de vitaminas para el desarrollo del feto. Lastimosamente en aquel entonces no se tenía en cuenta la alimentación, y de hecho tampoco se tenía conocimiento sobre como el tabaquismo y consumo de alcohol afectaba al desarrollo del feto; lastimosamente esas eran dos prácticas comunes durante el embarazo. Otro aspecto que afectaba los embarazos era el lugar donde eran realizados los partos. Hoy en día la mayoría de mujeres deciden realizar su parto en un hospital; lugar que brinda todos los cuidados necesarios para un parto seguro. En cambio, en aquel entonces, la mayoría de partos se realizaban en un hogar común y corriente.

Es necesario también conocer los cuidados que no se tenían durante la infancia y que también afectaban en el desarrollo a corto y largo plazo. Cuidados que realmente no distan mucho de los que se debían tener durante el embarazo. La malnutrición era uno de esos problemas que afectaron a los neoclasicistas y las consecuencias de una mala nutrición afectan al crecimiento, desarrollo cognitivo y también a la función inmunológica; este último punto es muy importante pues convierte a la desnutrición en el inicio de una cadena que afecta a todas las enfermedades que pudieron haber desarrollado las personas de esta época. También se debe tener en cuenta que en esta época no existían las vacunas preventivas que existen hoy en día. Por ejemplo, la vacuna contra la viruela no existió si no hasta 1796; la vacuna contra la rabia hasta 1885; la vacuna contra el tétano hasta 1890 y la vacuna contra la fiebre amarilla hasta 1937. Todas esas enfermedades fueron bastante comunes durante esa época y lastimosamente no existía una manera para prevenirlas. También es importante saber que no existían los antibióticos ni la anestesia y los conocimientos sobre la higiene eran limitados. Eso significa que tampoco había maneras de curar esas enfermedades con facilidad.

Pero las consecuencias de los limitados cuidados de la época no eran solo relacionadas con las enfermedades físicas, sino también mentales. Este tipo de enfermedades eran también bastante comunes, pero en comparación con las enfermedades físicas; las enfermedades mentales eran percibidas de una peor manera por la sociedad y los tratamientos eran mucho más limitados debido a la ignorancia y la percepción religiosa de la época. La “ciencia” que explora los comportamientos mentales es una muy joven, tanto así que muchos expertos en otras ciencias ni siquiera la tienen en cuenta como tal. Pues, si hoy en día es considerada joven, en aquel entonces se podría decir que estaba en pañales o era como un niño sin control de sus emociones y que tampoco sabe lidiar con muchos problemas. Hago esta alegoría porque los métodos utilizados en ese entonces han envejecido muy mal, bastante parecido o peor que lo visto en la cinta “One flew over the Cuckoo’s nest”. Realmente ni siquiera se trabajaba con bases científicas ya que muchos métodos cuestionables consistían en maltratos hacia las personas que padecían de esas enfermedades. Lo ideal es comenzar diciendo que estas personas eran percibidas como poseídas por entes malignos. Eso llevaba a los trabajadores de asilos y hospitales mentales a atarlos con esposas y camisas de fuerza para controlar sus comportamientos. También realizaban baños de temperaturas extremas y sangrías; estas últimas consistían en extracciones de sangre con sanguijuelas o con cortes de extremidades. Aun con la existencia de los asilos mentales, había muchas personas que no eran llevados a estos lugares y vivían normalmente en la sociedad. Siempre vivían con muchas dificultades. Siempre eran marginados y sus familiares los ocultaban para evitar vergüenzas. Otros intentaban llevar una vida normal, pero sus oportunidades de empleo y roles sociales eran limitados. Eso llevaba a muchos a ser dependientes de sus familiares por toda su vida.

Es importante tener en cuenta que la vida de los artistas, en la mayoría de los casos, ha carecido y sigue careciendo de ventajas económicas. Por ende, es inevitable que muchos tengan dificultades físicas y mentales. En la música tenemos un ejemplo de alguien que logró un gran éxito artístico pre y post mortem a pesar de las dificultades antes mencionadas. W.A. Mozart fue y sigue siendo un músico muy importante que lastimosamente se vio afectado por muchas enfermedades y carencias sanitarias de la época. De hecho, la mayoría de sus hermanos fallecieron durante el embarazo de su madre o en la infancia de ellos. Todo eso debido a los malos cuidados de la época. Y aunque el pequeño Mozart sobreviviera, realmente lo hizo para tener muchas dificultades. Padecía enfermedades que le ocasionaban terribles dolores y también problemas estéticos en su piel. No solo eso, también se conoce que llegó a padecer el síndrome de Tourette, condición que fue descrita con una fecha inexacta; pues se puede encontrar que fue en 1825 o en 1885; muchos años después de la muerte de W.A. Mozart en cualquiera que sea el caso correcto. No solo fue Mozart el único afectado en su vida social. No sabemos si la sordera de Beethoven se dio debido a los malos cuidades de su salud durante su infancia o el embarazo de su madre. También está el caso de Schubert con una enfermedad que afectó su sistema nervioso. En el caso de este último y de Rossini, también se vieron afectados por enfermedades de transmisión sexual.

Es muy difícil culpar a los neoclásicos por la visión social de las enfermedades. Eran otros tiempos y los avances eran distintos a los nuestros. También existía una percepción más cerrada en la religión y muchos métodos relacionados con curaciones consistían en los maltratos físicos. Bajo mi punto de vista, no podemos hacer más que sentir lástima y respeto por los artistas que a pesar de tantas dificultades llegaron a realizar muchas obras que han quedado para la posteridad. No solo músicos, sino en todas las áreas del arte. Hoy en día tenemos la fortuna de coexistir con muchas ventajas y debemos aprovecharlas para nuestro beneficio. Cuidar de nosotros mismos, de otros y realizar las actividades artísticas que nos causen placer sin vernos obligados a realizarlas con algún malestar relacionado con enfermedad. Y si es alguna enfermedad crónica, (como es mi caso con una otitis crónica) siempre existen tratamientos que nos ayudan a lidiar con los malestares que nos puedan ocasionar. 

Referencias

Salud en el embarazo: alimentación, cuidados y posibles problemas (reproduccionasistida.org)

Neoclasicismo: definición, historia y características (historiauniversal.org)

¿Qué es el neoclasicismo? – Enciclopedia Iberoamericana

La salud mental en la mujer embarazada (scielo.org.mx)

Historia del tratamiento de enfermedades mentales (historioteca.com)

Las enfermedades más frecuentes a principios del siglo XIX y sus tratamientos (dpz.es)

investigacionAbrilB.indd (medigraphic.com)¿Qué son los cuidados prenatales y por qué son importantes? | NICHD Español (nih.gov)

Familia y sociedad: influencia en el arte

Por: Obslin Yovani Montoya

El núcleo de la familia es muy importante tanto para el bienestar como para causas negativas que pueden repercutir en las generaciones actuales y por venir. A esto quisiera referirme en este espacio, al hacer un breve repaso por las familias y la manera que impactó en tres de los más reconocidos artistas prodigios en la música en del periodo clásico.

Quizá comencemos con el considerado padre de la sinfonía, Joseph Haydn, compositor austriaco, uno de los iconos musicales más grandes del periodo clásico y de la música académica en general. Aunque no podemos encontrar datos abundantes sobre su padre y madre, podemos decir algo sobre su fe. Se crio en el seno de una familia católica de origen húngaro, lo cual fue en gran manera influencia para su fiel creencia católica tanto que su sinfonía de “La Creación” fue como un resumen de sus convicciones religiosas y de su vida como compositor. Encontramos que en cada una de sus partituras cerraba escribiendo «Laus Deo» o traducido “Alabado sea Dios”; entre ellos también el muy famoso «Soli Deo gloria» o traducido “Sólo para la gloria de Dios”. Su padre fué Matthias Haydn quien fue fabricante y reparador de carros al servicio del conde Harrach; y su madre fue Maria Koller, cocinera en el palacio del conde Harrach.

Aunque las obras y aportes musicales son (por decirlo de algún modo) inmortales, ellos no lo fueron. La falta de buena higiene o cuidados de vida como sociedad llevaron a tragedias. En el caso de Haydn tuvo viruela, misma situación que pasó con Mozart y Beethoven. Haydn sufrió durante toda su vida de pólipos nasales, su nariz tenía un aspecto bastante bulboso y desfigurado. A veces, le molestaba tanto que le era imposible componer, esto sin idealizarlo para que salieran en sus retratos.

Hablamos ahora un poco sobre W.A. Mozart, el niño genio que alborotó al mundo con su brillante mente musical y quién mantuvo relación estrecha con Haydn. Para él, su núcleo familiar fue muy productivo tanto su padre Leopold Mozart, alguien que fue muy preparado en distintas ramas, como su hermana Ana María Mozart, quién fue también fue compositora y a quien Mozart escucharía mucho y de quien probablemente haya sido influido en sus tempranos años.

Para algunos su padre fue demasiado exigente a tal punto de explotar a su hijo a tan temprana edad hasta llevarlo en giras tras giras siendo solo un niño. Para otros, Leopold solo fue el trampolín para que su hijo Amadeus se convirtiera en la clase de compositor que sería después, tomando sus talentos y ayudándole a explotarlos al máximo. En cualquier modo que haya sido, sabemos que su padre tuvo una gran influencia al igual que su madre al apoyar a giras en la cual en una de esas giras murió, demostrando así su amor por su hijo y su apoyo a su trabajo artístico. Tanto es el valor del ambiente en el desarrollo de un compositor que hasta la manera de componer va enlazada a ello. Quizá al escuchar una obra temprana de Beethoven (sobre todo una lírica) o una de Mozart podremos notar la diferencia de caracteres en notas y matices. Mozart quizá no tuvo la mejor vida, de hecho, sufría síndrome de Tourette y al final de su corta vida no le fue tan bien con su estatus económico ni con lo que lo culpó su padre por el supuesto descuido a su madre cuando Murió, pero su infancia fue rodeada de parales o columnas muy importantes, tanto su padre, madre y hermana.

Diferenciamos de Mozart a L.V. Beethoven, quien si tuvo una niñez viendo a su padre caer de borracho y levantarle por las madrugadas para que tocara para sus otros amigos borrachos. Beethoven quedó huérfano desde muy corta edad, su música plasma que no era feliz interiormente, no se sentía querido ni por aquellas damas a quien él pretendía por un amor. Gracias al creador, por sus obras se puede notar que su vida fue encontrando valor a medida fue teniendo madurez hasta que a 3 años antes de morir cuando estaba sordo y muy mal de salud compuso su 9na Sinfonía basada en un poema de Friedrich von Schiller al cual antes en Schubert en 1815 había tratado de musicalizar, pero la melodía de Beethoven fue la definitiva y en 1985 se convierte en el himno a la Unión europea.

Para cerrar nuestro enfoque a la importancia de la familia, cierro con esta cita:

“Al final de su vida, nunca se arrepentirán de no haber aprobado un examen más, de no haber ganado otro juicio o de no haber cerrado otro trato. Se lamentarán por el tiempo que no pasaron con su esposo, con sus hijos, sus amigos o sus padres”.

—Barbara Bush, esposa del presidente George W. Bush.

Entre la vida y la muerte en un siglo de luces

Por: Margarita Sauceda

Un poco de contexto

El siglo XVIII, llamado también el siglo de la ilustración, fue testigo de un movimiento intelectual que promovía la propagación del saber, la ciencia y la educación, pero, no solo del intelecto vive el hombre, ya que este fue un siglo en el que las personas llamaban al racionalismo y se preguntaban el porque de las cosas, todo lo que estaba a su alrededor tuvo un proceso de cambio, y entre ese todo estaba la salud, la salud no se escapó de las constantes transformaciones y experimentaciones enfocados en la química, física, anatomía y botánica.

Y se preguntarán ¿qué tiene qué ver la medicina con la música?, pues mucho, era el contexto social en el que vivían nuestros compositores clásicos, si alguno de ellos se levantaba con un dolor de muelas, podía ir al barbero sin problema para que se la extrajera, así como lo leen ¡al barbero!

Nos encontramos en un siglo donde la tasa de mortalidad era alta y vista como algo normal, debido a muchas enfermedades de la época como la viruela, difteria, fiebre amarilla, enfermedades por transmisión sexual, y a todo esto sumándole la falta de higiene y avances médicos en proceso, nuestros compositores vivían en un constante son entre la vida y la muerte.

La muerte y la composición

Debido a lo antes mencionado, algunos compositores se valieron de la muerte y su pesar, para crear algunas de sus grandes composiciones o también, aprovechar esta situación para hacer algún cambio en su vida.

El primer caso que tenemos es el de Luigi Boccherini, si bien este es un compositor de transición, en sus primeros años tuvo que experimentar la dolorosa muerte de su padre, quien era una figura muy importante en su vida, este acontecimiento lo impulsó a viajar con el cuarteto toscano por el norte de Italia, después de esto viaja a Francia y luego a España, ¿se imaginan si Boccherini jamás hubiese salido de Italia? ¡La música con influencia española que hoy conocemos jamás hubiese existido!  

Una vez en España y luego de algunos años, Boccherini padece la dolorosa muerte de su querida esposa Clementina, en su honor compone la zarzuela que lleva su mismo nombre “La Clementina”

Otra gran obra maestra que está totalmente ligada a la muerte, es el famoso réquiem en re menor de Mozart, un réquiem es una obra que se canta en la misa de difuntos, ¿Será que Mozart escribió su propio réquiem?

Esta fue la última composición que escribió Mozart a los 35 años en un delicado estado de salud el cual está envuelto en un misticismo considerándolo sobre humano, cabe recalcar que Mozart debido a su estado de salud ya no podía escribir más, le fue en vano su afán por aferrase a la vida, ya que no logra terminarlo.

Ahora bien, me atrevo a mencionar a otro compositor no por su estado cronológico en el tiempo, sino por el momento en que estuvo entre la vida y la muerte:

Joseph Haydn ya en una avanzada edad, empezó a padecer de pérdida de memoria, lo que le causaba depresión, además tenía una insuficiencia cardiaca he hinchazón en las piernas debido a la artritis que padecía, me pongo a pensar en que si Haydn hubiese tenido acceso a las medicinas de nuestra actualidad quizás no hubiese sufrido tanto.

En 1809 con 77 años reside en Viena, las tropas napoleónicas atacaban la ciudad y Haydn no se encontraba bien de salud, se dice que entre sus ultimas palabras intentaba calmar y tranquilizar a sus sirvientes cuando se escuchaba el sonido de los cañones.

Hoy en día, a pesar de los avances en medicina tanto física y mental, la muerte nos sigue siendo una pregunta sin resolver, interpretémosla como queramos, la transición del alma hacia lo inefable, el final del cuerpo físico, una pausa para un nuevo comienzo… en fin, tantas cosas, no importa, ni los grandes pueden ni pudieron escapar de ella, igual que la vida, es la siempre destacada protagonista.

    “Muerte, dicen; pero ¿quién temerá a la muerte, cuando el morir es un tributo debido a la naturaleza? Muere el hombre, lo mismo que el perro, el gato y aún el árbol, y así nada de particular tiene la muerte de los hombres” (Fernández de Lizardi, 1998:23).

Fuentes bibliográficas

https://web.ujaen.es/investiga/cts380/historia/siglo_xviii.htm

https://bibliotecanacional.gov.co/es-co/colecciones/biblioteca-digital/exposiciones/Exposicion?Exposicion=Medicina%20en%20el%20siglo%20de%20la%20raz%C3%B3n#:~:text=Los%20m%C3%A9dicos%20del%20siglo%20XVIII,alternos%20de%20exploraci%C3%B3n%20del%20cuerpo.

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